CUEVA EL CASTILLO CANTABRIA
Cantabria es un lugar único. Mar, montaña e historia se unen en el norte de la Península Ibérica. Dentro de su patrimonio cultural y artístico, mención especial tiene el conjunto de Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del Norte de España, patrimonio de la humanidad desde el 2008.
Además de la emblemática Cueva de Altamira, conocida como la «Capilla Sixtina del arte paleolítico», hay otras cuevas que forman parte del conjunto patrimonio de la humanidad, que deberías apuntar para tu visita a Cantabria. Puedes consultar nuestro articulo de la Cueva de Altamira para más información.
Una de ellas es la Cueva El Castillo, en Puente Viesgo. Situada a unos 38 km de Santander, uno de los ejemplos más relevantes de arte parietal del norte peninsular. Forma parte de un complejo de cinco cuevas en el Monte Castillo: El Castillo, Las Chimeneas, Las Monedas, La Pasiega y La Cantera. Aunque solo la Cueva El Castillo y Las Monedas están abiertas al público.
La cueva El Castillo fue descubierta científicamente en 1903 por Hermilio Alcalde del Rio, investigador pionero en materia de arte rupestre cántabro. Ya desde las primeras excavaciones, realizadas desde el 1910 al 1914, se pudieron encontrar hasta 18 metros de niveles con ocupación humana, desde el Paleolítico Inferior hasta la Edad Media.
La importancia arqueológica de la cueva El Castillo, pero también del Conjunto de cuevas del Monte Castillo, se fundamenta en la ocupación humana de la zona desde hace al menos 150.000 años, con un importante desarrollo de arte rupestre paleolítico. Convirtiéndolo en un centro o polo de atracción de grupos de humanos desde la Prehistoria.
Todo ello ha permitido conocer a los habitantes del norte de la península Ibérica desde épocas muy tempranas de la historia, así como sus costumbres, su anatomía, su desarrollo técnico y tecnológico y su comportamiento simbólico y social. Además, se han podido investigar los períodos glaciares e interglaciares por los que ha pasado el planeta, así como la flora y fauna de cada uno de esos momentos.
Se han podido encontrar objetos muebles de las diferentes épocas de ocupación, desde arpones hasta un canto con la figura de un animal, que es considerada como una de las evidencias de arte mueble cántabro más antiguas, datado en el Gravetiense.
Pero sin duda, uno de los valores que dan a la Cueva El Castillo su posición como patrimonio de la humanidad es la presencia de arte mueble y parietal, de diferentes períodos. En las diferentes salas, corredores, galerías y rotondas de la cueva, se pueden ver representaciones de diferentes técnicas, temas y recursos gráficos de la pintura mural paleolítica.
Las pinturas de las paredes de la cueva más antiguas, tienen unos 40.800 años y se encuentran en diferentes puntos de los 400 metros que tiene de extensión. Hay representaciones de animales como caballos, bisontes, ciervas, un mamut, etc. pero también signos, formas geométricas y abstracciones, de las que llaman la atención las nubes de puntos y los discos. De gran interés son las manos dibujadas en rojo y en negativo, de las que hay más de 50 por toda la cueva.
Los colores utilizados son rojo, negro y amarillo fundamentalmente, y la gran variedad de técnicas que se utilizan en El Castillo hace que se convierta en un verdadero catálogo del arte parietal de los primeros homo sapiens. Desde pintura con el dedo, pincel o lapicero, al uso de aerógrafos prehistóricos. También aparecen grabados y esculturas simples.
Los pinceles prehistóricos estaban hechos con materiales diversos, desde ramas de árbol hasta pelo de animal. La mayoría de las pinturas están realizadas con este tipo de utensilios o con la mano, mientras que las conocidas manos de El Castillo, están realizadas en muchos casos con aerógrafos. Para ello ponían pintura sobre una superficie y con algún utensilio como ramas huecas, soplaban sobre la mano.
Todas las cuevas del conjunto Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del norte de España entran dentro de lo que se considera la escuela franco-cantábrica. Este término se creo para agrupar un conjunto de representaciones artísticas, fundamentalmente pintura parietal, que se dieron en la prehistoria, en el norte de la Península Ibérica y el suroeste de Francia, al compartir una serie de características estilísticas. El realismo, la policromía o el predominio de representaciones animales aisladas, son constantes en El Castillo, pero también en las otras representaciones del grupo, y en ejemplos franceses tan representativos como Lascaux y Chauvet.
Para visitar la Cueva del Castillo, es recomendable reservar con antelación por su página web o por teléfono. Las visitas son guiadas y para el cuidado y conservación las pinturas, hay un número limitado de personas que pueden visitarlas en un día. La duración es aproximadamente 45 minutos y empieza en el Centro de Interpretación, donde además podrás ver su espacio expositivo sobre el arte rupestre en El Castillo.
Para llegar hasta el Centro de Interpretación puedes hacerlo en coche, ya que tienes un parking muy cerca. Pero también hay la opción de aparcar en Puente Viesgo y hacer una visita al pueblo, y después ir caminando al Centro de Interpretación. Es una pequeña ruta de unos 25 minutos.
Horarios
Los horarios de las visitas varían dependiendo de la época del año. Ten en cuenta que los lunes está cerrado, y también el 1 y 6 de enero, y el 24, 25 y 31 de diciembre. La última visita es 50 minutos antes de la hora de cierre.
- Temporada baja: Del 25 de octubre al 28 de febrero
- De martes a viernes y domingos: de 9:30 a 15:30
- Sábados: de 9:30 a 14:00 y de 15:00 a 18:30
- Temporada media: Del 1 de marzo al 14 de junio y del 16 de septiembre al 24 de octubre
- De martes a sábado: de 9:30 a 14:00 y de 15:00 a 18:30
- Domingo: de 9:30 a 15:00
- Temporada alta: Del 15 de junio al 15 de septiembre
- De martes a sábado: de 10:00 a 14:00 y de 15:00 a 19:00
- Domingos: de 10:00 a 15:30
Tarifas
- Normal: 3 € (mayores de 13 años)
- Reducida: 1,5 € (de 4 a 12 años)
- Gratis: 0 € (de 0 a 3 años)