CASA INDIANA VILLA BARRERA LUARCA

Luarca es un lugar mágico e increíble y uno más de los grandes atractivos culturales de la zona es la arquitectura de Indianos. Indiano es la denominación coloquial del emigrante español a América que regresaba rico. Las Casas de Indianos son edificaciones que encargaron estos emigrantes en la época del caciquismo, a finales del siglo XIX y principios del XX. Asturias, junto con Galicia, es la región en la que más emigración hubo hacia América en esa época debido a la baja calidad de vida. En Luarca, la mayor parte de estas casonas se encuentran en Villar, la población más próxima a Luarca.

Villa Barrera es una casa indiana, obra de Juan Miguel de la Guardia del año 1899, para el disfrute de José García Fernández. Se encuentra en la zona del Vilar, junto a otras casas indianas. La Casa Indiana de Villa Barrera de Luarca, es un edificio consiste en una nave prismática apaisada y chata de base cuadrada, acabada en cubierta, a modo de terraza y limitado por una balaustrada de piedra. La peculiaridad de este inmueble es que en él predomina la horizontalidad, frente a la esbeltez del resto de viviendas de este tipo.

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La parte externa del edificio está compuesto por dos fachadas simétricas de tratamiento clasicista y las otras dos de estilo gótico, dispuestas en los muros opuestos, anunciando una modalidad de eclecticismo arquitectónico insólito. El edificio se encuentra en muy mal estado y el jardín es usado como lugar para los banquetes de boda. José García Fernández, de familia de labradores acomodados con tierras y caseríos en Villar; cuyo abuelo fue el valeroso guerrillero José García Cepeda, quien combatió contra Napoleón ejerciendo la labor de comandante de la guerrilla. En 1810 le condenaron a muerte, pero consiguió huir el día previo al trágico final, lo que le dio el mote de “El Pachorro”. En honor a su familia y como homenaje a ellos y al guerrillero, Luarca cuenta con una plaza que se llama “Plaza de los Pachorros”. En los años setenta José García Fernández emigró a Argentina, a la ciudad de Córdoba donde instaló una cigarrería y otros negocios de intercambio. Con el progreso en los negocios, y junto a su hermano Manuel, fundan la sociedad “García Fernández Hermanos” en Tucumán, donde levantaron el imperio azucarero Ingenio Buena Vista, consiguiendo un gran éxito. Gracias a todo ello, les permitió la construcción de escuelas, hospitales, bibliotecas, becaron a estudiantes, etc.